El proyecto nació  al observar que en populares páginas de arquitectura como archdaily, se apreciaban una multitud de imágenes de edificios que eran sospechosamente similares. Decimos "sospechosamente" porque estos edificios se parecían exteriormente aunque se situaran en diferentes puntos del planeta. Nos preguntamos por qué, aunque las condiciones climáticas, culturales, de acceso a materiales constructivos o dado que las necesidades programáticas fueran distintas, estas edificaciones coincidían en el aspecto, y no solo eso, sino que coincidían también en la morfología o en la topología, y mucho más allá, en otras particularidades que quisimos analizar, dando como resultado un libro de cocina en el que presentamos 36 recetas de arquitectura que tenemos terminadas en photoshop. Tomamos la estética de los libros de cocina y los colores de los menús de comidas rápidas y escogimos nombres que aluden a arquitectos famosos o tipos de edificios y los volvimos ironías. Estas recetas son facilistas, tanto que las denominamos recetas de microondas, aludiendo un tipo de cocina rápida.

 

 

PREFACIO

 

A propósito de la arquitectura de nuestra época, cierto teórico de la cultura afirmó, sin sonrojarse, batiendo su whisky en un cóctel al que no había sido invitado, que podemos vislumbrar La Vanguardia, "el alto grado de civilización que hemos alcanzado los seres humanos" con el simple hecho de darse un paseo por las primorosamente ordenadas vitrinas de los -llamados pomposamente- delicatessen. Me pregunto, ¿qué hace que aquel teórico mire dichas vitrinas y se sienta satisfecho?

 

Todos hemos asistido a aquellos refinados locales fantásticos, a aquellas cornucopias artificiales que pululan hasta en el último rincón que se precie de hacer parte del mundo contemporaneo. Asistimos, pues, para ser inconscientemente amansados por una serie de estrategias sedantes: música indolora transmitida por ocultos parlantes (para hacer de la experiencia algo metafísico); bellas jóvenes uniformadas con un delantal inmaculado e inútil en tan asépticos espacios; estas señoritas de maneras rigurosamente entrenadas siempre quieren elevarnos, a nosotros, míseros mortales, hasta los más sofisticados géneros de introducción; Nos darán a probar algún pequeño monstruo marino bañado en una original salsa picante tan inverosímil y tan apetitosa que retará la imaginación del más osado surrealista; nos seducirán con copiosas degustaciones de mondadientes, descuentos dos por uno, importado, orgánico, cero trans-fat, light, promoción solo por esta semana, sin colorantes artificiales, y un vuelve pronto que hay que ser un desalmado para abandonar el lugar sin comprar algún producto procedente de remotos puntos del orbe, felicidad inmediata en pequeñas porciones; ah! cómo podríamos largarnos? después de todo, en un dos por tres, ya somos de la familia Deluxe Meat and Sons Corporation 45g 1.50oz y por una mínima inversión adquirimos una exquisitez saludable de la que no somos dignos porque ser snob no es pecado.

 

"Estos delicatessen son islas cosmopolitas donde los placeres de la creación, divina y humana, están al alcance de la mano. Son espacios calculados, inteligentemente iluminados, correctamente ordenados, con perfecta armonía y colorido, todo dentro de un microclima controlado para la preservación de los comestibles perecederos, que es inaudito no dejarse llevar por un sentimiento de arrobamiento por las opciones del mundo reciente, siempre nuevo, tecnológico, inocuo, global." Dijo el teórico y continuó: "Es aquella visión de abundancia y variedad, afrodisíaca en sí misma si se quiere, la que nos obsequia un torrente de goce para nuestros sentidos. Todo es tan bello, tan sano, tan natural, tan diurético, que en ocasiones logrará arrancarnos lágrimas."

 

Amigos, bajo las premisas de dicho teórico ponemos a su criterio un manifiesto para la nueva arquitectura. Encontraremos fácilmente en cualquier delicatesen los insumos que forman parte de la surtida dieta edilicia que proponemos en este pequeño apartado llamado ARQUITECTURA DE MICROONDAS. No es necesario un conocimiento previo para preparar un buen proyecto arquitectónico-culinario ya que la satisfacción está garantizada. Sólo debemos tomar dos o tres productos importados y presentarlos con algo de buen gusto y acompañado de vegetales, no importa el lugar de recepción del banquete, ni el número de invitados-habitantes. Para los que prefieren las compras por internet encontrarán opciones interesantísimas en páginas especializadas o catálogos en línea con fabulosas ofertas y excelentes fotografías ó renders, pobremente explicados pero con ángulos de cámara tan estudiados que el producto aparecerá sobrio, inmaculado, espectacular. No verá en ellos basura en la calle, ni indigentes, por supuesto, ni grafitis, ni carritos de comidas rápidas, solo personas-personajes exitosos recortados de anuncios de cremas dentales. No hay de qué preocuparse, son estos ingredientes en su mayoría alimentos de producción altamente tecnificados, pre-concebidos, y aquellos de origen incierto traen por defecto la cadena de frío estrictamente controlada, de tal modo que se pueden disfrutar casi frescos. La diversidad en estas recetas pretende dar gusto, desde los más íntegros vegetarianos bioclimáticos, con componentes certificadamente orgánicos, hasta a los incondicionales seguidores de las grasas saturadas. Así, el criterio para seleccionar cada plato será su versatilidad para prepararlo y digerirlo. Este compendio le ayudará a quedar como un anfitrión universal a la manera de los grandes maestros.

 

Nota: Para acceder al libro completo por favor comunicarse a nuestra dirección de correo.